Hace 50 años, la escritora Clarice Lispector remarcó lo difícil que es comprender Brasilia al afirmar que "los dos arquitectos no pensaron en construir belleza, eso sería fácil; materializaron un misterio, y dejaron el misterio sin explicar". En el 2020, la capital celebra 60 años de su inauguración y, al día de hoy, continúa siendo un lugar intrigante para los estudiosos, curiosos y cualquiera que esté interesado en conocerla mejor. Para entender las cotidianidades de la vida que allí trascurre, invitamos a seis profesionales del campo de la arquitectura y el urbanismo que habitan en la ciudad para que compartan sus visiones y aporten experiencias personales que nos ayuden a construir una interpretación de las utopías y las realidades que Brasilia representa hoy en día.
A continuación, presentamos los textos de Daniel Mangabeira, socio fundador del estudio Bloco Arquitetos, Gabriela Cascelli Farinasso y Luiza Dias Coelho, arquitectas graduadas de la UnB y cofundadores del colectivo Arquitetas InVisíveis, Maribel Aliaga Fuentes, profesora e investigadora de la FAU-UnB, y Luiz Eduardo Sarmento, arquitecto y urbanista del IPHAN y Consejero Superior del IAB-DF, acompañados por las fotografías de Joana França.
Que la utopía supere a la distopía
por Daniel Mangabeira - Bloco Arquitetos
Brasilia y la cuarentena son antagónicas. Esta ciudad no fue inventada para residentes confinados. Obviamente no se pensaba que esto sucedería, pero el Plan Piloto de Brasilia posee algunas peculiaridades que convierten la reclusión en la antítesis de lo que se pensaba. La ciudad de Lucio Costa nació libre, abierta y utópicamente democrática. La celebración de esta ciudad imaginaria y real, por lo tanto, es indispensable en tiempos de confinamiento.
El plan experimental con el que se diseñó la ciudad no puede ser un ejemplo a seguir, pero lo que se celebra aquí es precisamente lo que falta en muchas ciudades brasileñas: espacios públicos generosos y democráticos. Aunque muchos de estos vacíos verdes sin ley no están diseñados para ser útiles y funcionales a la comunidad, son esenciales para el bienestar de los habitantes. Brasilia, en este sentido, tiene un gran potencial para ayudar a los brasileños a entender lo que le falta a sus ciudades cuando todos empecemos a salir de nuestros recintos. Norma Evenson escribió un artículo en el que afirmaba que "no hay nada en el diseño de Brasilia que indique un deseo por armonizar la obra del hombre con la obra de la naturaleza". A pesar de estar de acuerdo con esta afirmación, los amplios espacios verdes de nuestra ciudad pueden servir como ejemplo para potenciar el valor del vacío en otras ciudades. ¿Qué importancia tiene un parque en la salud? ¿Por qué es necesario tener árboles en la calle? ¿Por qué es importante ver el horizonte en una ciudad? ¿Cuál es la relevancia del vacío dentro de un centro urbano? Preguntas simples pueden ser respondidas fácilmente por los que viven aquí. Las ciudades brasileñas necesitan un poco más de Brasilia. Ahora más que nunca.
El eje monumental alberga las obras más célebres del Plan Piloto, pero es en el eje vial, en las alas sur y norte, donde se manifiesta el mayor logro de Lucio Costa. La ciudad de las panaderías, los bares, las tiendas de esquina, los espacios de reunión, los mercados, la iglesia, la frutería, el gimnasio, la floristería, las escuelas y todo lo que necesitamos para vivir, las cosas monumentalmente humanas. ¡Esta es la ciudad que debe ser celebrada!
El homenaje a los 60 años de la ciudad tendrá lugar en las super cuadras y no en la explanada principal. Tendrá lugar en la ciudad utilitaria, no en la representativa. Se llevará a cabo donde el hombre se sienta protegido, resguardado. Ocurrirá donde el individuo se conecta con su hábitat y no sólo con su locus. Ocurrirá para los que viven y habitan la ciudad y no para los que están de paso solo por cuatro años. Estamos en cuarentena, por lo que no habrá ninguna celebración, pero ciertamente habrá un justo y necesario tributo al lugar que nació como piloto, pero que desgraciadamente se convirtió en excepción. Brasilia existe, es hermosa, imperfecta y estoy agradecido de vivir en ella.
Brasilia: ¿hecha sólo por hombres?
por Gabriela Cascelli Farinasso y Luiza Dias Coelho - Arquitetas inVisíveis
Detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Este dicho tan común como antiguo ha sintetizado durante años la relación entre los arquitectos y arquitectas. Con Brasilia no sería diferente. El proceso de creación de la nueva Capital ha enaltecido para siempre los nombres de los arquitectos y urbanistas brasileños, todos hombres. Pero junto a ellos estaban las mujeres, que a finales de los 50 rompieron barreras para escribir parte de una historia poco conocida. Hoy, 60 años después de su inauguración, ha llegado el momento de que Brasilia se reúna y reconozca a las mujeres que ayudaron a construir la ciudad, y de aprender cómo su mirada puede contribuir a transformar los espacios para lograr mayor seguridad, accesibilidad, sostenibilidad en nuestras ciudades, favoreciendo las interacciones sociales positivas.
Brasilia fue un sueño alimentado por el deseo de mostrar que podíamos hacer algo grande, adelantado a nuestro tiempo, algo único y mejor. Fue este espíritu el que hizo posible la construcción de la ciudad en tan poco tiempo, y habilitó a la participación de las primeras arquitectas y urbanistas de Brasilia –beneficiadas por la creación de la Universidad de Brasilia y su curso de arquitectura y por la Compañía Urbanizadora de la Nueva Capital, que necesitó mano de obra para la creación y desarrollo de proyectos para la construcción y consolidación de la nueva ciudad-. Incluso el concurso de Brasilia jugó un papel importante, posibilitando la participación profesional de las mujeres.
A pesar de la baja representación, hubo mujeres que participaron en el que fue uno los principales concursos de arquitectura y urbanismo de la historia de Brasil. Y aunque la realidad fuera dura, muchas mujeres llegaron a la capital con sus familias y otras pioneras se aventuraron en el polvo rojo del cerrado para trabajar y estudiar en la Universidad de Brasilia. Los logros de las mujeres allí están bien documentados a través de las listas de miembros del Instituto de Arquitectos de Brasil - IAB, y las listas de reuniones conmemorativas, que indican que alrededor de 30 arquitectas estuvieron en la capital en los años 60 y 70 - el período de mayor impulso en la construcción local-.
Entre ellas, destacamos a Mayumi Watanabe Souza Lima. Mayumi nació en Tokio, Japón, y se nacionalizó brasileña en 1956. Ese mismo año ingresó en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo, concluyendo su curso en 1960. Viajó a Brasilia a principios de los años 60 con Sérgio Souza Lima, su socio y marido, para vivir de cerca el sueño colectivo de crear una nueva Universidad y, además, desarrollar su tesis de maestría, la cual se titularía Aspectos da Habitação Urbana (Aspectos de la Vivienda Urbana). En ella se enfrentaría al reto de transformar una discusión teórica y crítica sobre la construcción de la ciudad –que estaba en marcha- en una propuesta proyectual¹. El proyecto de viviendas presentado en su tesis se materializó en las manzanas de la Unidad de Barrio São Miguel, el primer edificio de supermanzana diseñado por una arquitecta en 1968.
La arquitecta diseñó además una serie de proyectos para escuelas públicas en el país, habiendo participado en la construcción de algunas de ellas. También desarrolló proyectos de mobiliario y restauración para instituciones educativas. Luego de más de treinta años de trabajo con educadores, administradores de educación básica, guarderías y niños -fuera y dentro de las instituciones-, condensó sus análisis sobre los espacios para niños en dos libros: Espaços Educativos, uso e construção (Brasília, MEC/CEDATE, 1986) y A Cidade e a Criança (São Paulo, Nobel, 1989).
Mayumi desarrolló otros intereses basados en su experiencia académica. Fue profesora de las Facultades de Arquitectura y Urbanismo de la UnB, en Brasília, Santos, São José dos Campos y la Escuela de Ingeniería de São Carlos. Fue miembro del Partido Comunista y jugó un papel importante en la discusión sobre el desempeño profesional de los arquitectos a partir de la crítica al modo de producción capitalista. Puso a sus estudiantes en contacto con las favelas en sus primeros año de estudio buscando politizarlos, pues creía en la arquitectura como motor de transformación social.
La curiosidad que nos hizo revisar la historia de la arquitectura en busca de nombres femeninos, nos reveló a Mayumi Souza Lima y el trabajo de la Unidad de Barrio São Miguel. Es una arquitecta que nos inspira con su carrera profesional y su compromiso personal.
Nos llevó más de 50 años reconocer el papel de Mayumi en el diseño de esta ciudad, por lo que deseamos que en este aniversario en particular, Brasilia ilumine a las mujeres que ayudaron a dar forma a esta capital.
Sobre las pequeñas experiencias de la vida urbana en el corazón de Brasilia
por Maribel Aliaga Fuentes - Profesora del Departamento de Proyectos, Expresión y Representación de la FAU-UnB
Hoy he decidido aventurarme en un nuevo mundo fuera del circuito de las supermanzanas.
Temprano en la mañana salí desde el Setor Hoteleiro Sul cerca del Parque da Cidade en dirección a Eixinho, crucé la W3 y bajé por la calle interna del sector comercial sur hacia el sector de Autarquías.
Vi personas, comercios y comerciantes. Zapatos, ropa, bares. ¡Gente!
La marquesina de los edificios sombreaba el camino. Las calles, los corredores de viento.
Bajé por la galería estatal y crucé el Eixão por un pasaje subterráneo.
Para terminar bien la aventura, tomé el transporte público para regresar al Ala Norte.
Fue una experiencia tan urbana, que por un breve momento me sentí feliz.
¡Es todo Brasilia!
por Luiz Eduardo Sarmento - arquitecto y urbanista del IPHAN y Consejero Superior del IAB-DF
"(…) sentí ese movimiento, esa intensa vida que llevan los verdaderos brasileños (...). Esto es muy diferente de lo que yo había imaginado para este centro urbano (...). Fueron los brasileños quienes se ocuparon de ello, quienes construyeron la ciudad y ahora están legítimamente allí. De hecho, el sueño era menos que la realidad". - Lúcio Costa²
Brasilia es quizás uno de los casos más excepcionales de crecimiento urbano que conocemos.
La capital, cuyo proyecto es el resultado de una licitación pública nacional, fue diseñada para aproximadamente 500.000 personas. Ahora, según los datos del IBGE, es la tercera metrópoli más grande del país. Literalmente, como dijo Lúcio Costa al visitar la plataforma de la Estación de Autobuses del Plan Piloto en 1984 "el sueño era menos que la realidad”
Al igual que Costa cuando visitó la ciudad, es importante que veamos con más cuidado cómo funciona la ciudad hoy en día. Hay mucho debate sobre la soñada Brasilia, pero todavía tenemos que avanzar mucho en la comprensión de la ciudad real, que ha crecido descontroladamente.
Entender que la Brasilia de hoy abarca mucho más que el Plan Piloto de la capital, además de ser correcto desde el punto de vista territorial, es también una mirada más profunda de lo que la ciudad es hoy. Una perspectiva que incluye como ciudadanos de la Capital a todos y cada uno de los que vinieron al territorio para construir Brasilia y a sus descendientes que, muy pronto, quedaron expulsados del sueño modernista.
El territorio de la Brasilia sexagenaria es bastante peculiar y desafiante porque es una metrópoli que, si bien surgió de un núcleo modernista con cualidades reconocidas, actualmente presenta problemas importantes que debemos enfrentar.
La genética de la ciudad moderna está presente en todos los asentamientos que han surgido con posterioridad alrededor del Plan Piloto, lo que significa que tenemos una mancha urbana muy extendida y una segregación socio-espacial muy clara, con distancias urbanas y vacíos más extensos que los que se suelen observar en otras metrópolis brasileñas. La morfología de las periferias continúa con lógica vial del Plan Piloto, lo cual es un factor agravante para las Regiones Administrativas, donde la población tiene menos ingresos y, por lo tanto, el transporte consume una parte considerable de sus recursos. En los asentamientos informales, es común tener chozas con estructuras extremadamente precarias pero que reservan un espacio para guardar su principal activo: el automóvil.
La peculiaridad de nuestro tejido urbano presenta dificultades cotidianas -como los problemas de locomoción y la continua expulsión de los más pobres hacia los bordes de la metrópoli-, así como problemas simbólicos, culturales y sociales, como la baja o nula interacción que existe entre las diversas clases sociales del tejido urbano, sumada a la difícil aprehensión de la fragmentada metrópoli como un todo urbano. ¿Cómo puede Brasilia ser un Todo si está todo separado?
Un factor que hace explícita esta segregación socio-espacial es la distancia entre el centro de Brasilia y algunas regiones administrativas. Ceilândia, cuyo nombre proviene del Centro de Erradicación de Invasiones, fue un asentamiento promovido por el Estado con la intención de reasentar a los residentes que vivían en los campamentos lindantes al Plan Piloto. Unos 50 años más tarde, Ceilândia vio surgir en sus fronteras -antiguas zonas de producción agrícola y sabana autóctona- la comunidad del Sol Naciente, considerada en su día la mayor favela de América Latina. El Sol Naciente es un caso ejemplar de las enormes distancias que pueden existir entre el Eje Monumental del Plan y las comunidades, en este caso 30 km. Con esta distancia es posible atravesar toda la isla de Manhattan (21 km) en su mayor extensión, y aún quedarían aproximadamente 9 km por recorrer. Es decir, la población del Sol Naciente está a más de un Manhattan de distancia del área central de la metrópoli.
Esta enorme distancia es tan sorprendente para los residentes que fue ironizada por el cineasta Adirley Queirós en la película “Branco sai, Preto fica”, estrenada en 2015, en la que la población de Ceilândia debe presentar un pasaporte para entrar en el área del Plan Piloto de Brasilia.
Este es un momento en que, más que celebrar, necesitamos reflexionar y comprender esta Brasilia Metropolitana. Es fundamental que se reanude el espíritu innovador y esperanzador que guio el proyecto para la Nueva Capital, especialmente en esta situación nacional tan adversa.
Tenemos un territorio gigantesco para (re)diseñar, con problemas de movilidad y desigualdad que exigen acciones creativas. Es necesario planear y, principalmente, ejecutar soluciones que vuelvan a hacer que Brasilia se destaque como una ciudad referente en materia de gestión urbana. Un ejemplo de cómo enfrentar los problemas de movilidad, vivienda precaria, falta de infraestructura urbana, ausencia de forestación y equipamiento urbano, con participación social, de forma democrática e inclusiva. Los desafíos son grandes, por lo que nuestra capacidad creativa y de ejecución debe desarrollarse en la misma escala.
Si la realidad es más grande que el sueño, tenemos que soñar aún más grande, es nuestro deber histórico.
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¹ ALIAGA FUENTES, Maribel; COELHO, Luíza Dias ; TABOSA, Mayara . Aspectos de la vivienda urbana: Una mirada crítica de Mayumi Souza Lima a la construcción de Brasilia. En: 9º PROYECTO, 2019, Curitiba. Proyecto 9 de los Anales 2019. Curitiba, 2019. V. 2.
² COSTA, Lúcio. Ingredientes de la Concepción Urbanística de Brasilia, 1995. En: XAVIER, Alberto; KATINSKY, Julio (Org.). Brasilia: Antología Crítica. São Paulo: Cosac & Naify, 2012. Cap. 5. p. 144-146